— ¿Por qué no salimos éste jueves?
— No lo sé, no tengo ganas
— Anda, hace mucho que no sales… es necesario.
— ¿Tan mal me veo?
— Sólo blofeaba, ahora sé que si lo necesitas…
— Bien jugado Yim, bien jugado…
El Scary Witches tocaba sus más ásperas melodías (o al menos
las más ásperas que recuerdo escuchar en mis últimos años de vida). Sín duda ya
no soy como antes, mírame, ni siquiera visto como solía hacerlo, no sé qué hago
aquí, le dije mientras bebía un poco del vaso empañado por mi sosiego. Sólo me
miró he hizo esa mueca que tan bien conozco “estás quebrado, te han quebrado” y
solto un discurso aburrido sobre cómo me dejé consumir una vez más por los
problemas de los otros (mi familia).
¿Dónde quedó el Lennin peligroso?
El que se fue a vivir a un cuarto con apenas lo necesario al iniciar la
universidad, me dijo. No lo sé, ése Lennin no era más feliz que el Lennin que
ves aquí, termine de beber asintiendo un orden más. Ése Lennin ansiaba terminar
sus malditos estudios para comenzar a vivir su vida, no sobre cómo remediar la
de los demás, extraño a ése ególatra individualista con el que me divertía,
estás quebrado, replicó en voz agresiva, Jimena siempre ha sido muy importante
en mi vida, sin duda lo que me decía era cierto, de alguna forma retorcida como
ella lo era. Cambiamos el tema hacia los nuevos dealers, lo que ha sido de nuestros viejos “amigos”.
Al llegar a casa cómo a las 20:30 horas mi perro estaba allí
esperándome, un viejo maltés al que le cuesta caminar y casi no tiene dientes,
pero no duda en venir a mí y pasar lo que queda del día viendo algún episodio
de alguna serie en Netflix.
¿A qué me aferro ahora? Mi familia
nunca funcionó como el motor que te hace seguir adelante, me he quedado sólo
una vez más en las vísperas de otro logro académico. Cuándo terminaba en kínder
mi padre murió, cuando terminé la preparatoria mi mejor amigo dejó la escuela,
al terminar la preparatoria regresé a la ciudad y todo lo que tenia se esfumó,
hoy no tengo a la chica que me soportaba y con la que podía hablar, hoy no me
queda ningún amigo, hoy sólo está mi madre, mi perro y yo, ah sí y los otros.
Debería estar feliz porque casi
termino la carrera, termine los requisitos de idioma, cuento con capacitación
técnica… pero no es así, y no lo es porque me quebraron. Tal vez sólo debería
dar el último estiron, darle a mi fiel animal la despedida que se merece estos
últimos años y largarme lejos, irme lejos de sus problemas, de su familia, odio
su familia, su familia es hipócrita conmigo, sé que no les agrado. Ocuparme de
mi y estar para mí.
Las cosas no fueron como deberían
haber sido, se supone que esta última etapa debería de pasarla feliz, sin embargo,
no quiero ni recoger mi foto de generación, allí está en el estudio fotográfico
al otro lado de la ciudad abandonada por un mes. Odio que mi hermano destruyera
su vida y nos hiciera miserables a mí y a mi madre. Me importa muy poco lo que
él piense de su vida, pero si me importa cuándo me hacen miserable, sí me
importa cuando interrumpe mi vida con su presencia. Dios, es un indeseable.
¿Dónde quedó el #miprimeracoso que está de moda?, luego escribe sobre eso soy más importante…. Si lo soy
(nótese ególatría).
No hay comentarios
Publicar un comentario